¡Hola!
Una semana más, seguimos trabajando en clase con el MCER. Esta vez, profundizamos en el desarrollo de las competencias que se deben trabajar en los diferentes niveles de aprendizaje de lenguas extranjeras. Dentro de las competencias generales, que no están directamente relacionadas con la lengua, pero a las que podremos recurrir para cualquier tipo de situación, nos encontramos con el conocimiento declarativo o “saber”. Este tipo de conocimiento engloba, a su vez, al conocimiento del mundo, el conocimiento sociocultural y la consciencia intercultural. Personalmente, todos me llamaron mucho la atención y me pareció muy interesante tratar estos aspectos del MCER en clase, pero en la entrada de hoy he decidido que me voy a centrar específicamente en la consciencia intercultural. Y os preguntaréis, ¿a qué te refieres con consciencia intercultural? Pues bien, la consciencia intercultural supone conocer y comprender tanto las diferencias como las similitudes de nuestra propia cultura y de la cultura de la lengua meta que estemos estudiando, para poder así enriquecer nuestra visión del mundo y la percepción que tenemos tanto de nuestra cultura como de la de los demás. Como podéis deducir por el título de esta publicación, dentro de la consciencia intercultural se encuentran los estereotipos.
¿Cuántas veces alguna de nuestras profesoras de inglés a lo largo de nuestra etapa educativa nos ha traído a clase algún ejercicio o texto sobre lo mucho que los ingleses toman té, lo educados que son, lo mucho que adoran a la Reina o que solo desayunan beans con bacon, sausages and eggs? ¿O cuántas veces en los libros de francés salía “el típico monsieur francés” con su baguette debajo del brazo y ataviado con una boina, un pañuelito rojo al cuello y una camiseta de rayas? Incluso hace no mucho, todo el mundo en las redes sociales hablaba de que los italianos hacen todo usando su gesto más “común” y no paraban de llover memes, como podéis ver en las fotos de arriba. Y la respuesta a mis anteriores preguntas es que sí, todos hemos vivido o visto algún tipo de estereotipo en nuestras clases de idiomas y, como veréis en el vídeo que os dejo a continuación, nadie se salva de ellos:
Ahora me gustaría contaros y reflexionar un poco sobre mi propia experiencia cayendo en estereotipos y también derribando alguno de ellos. Para empezar, recuerdo perfectamente como cuando daba clases de inglés en una academia y preparaba a mis alumnos para la prueba de speaking de los exámenes de Cambridge, siempre les decía: “Acordaos de ser educados siempre, que los ingleses son muy polite”. En fin... No digo que no lo sean, pero aquí vengo a desmontar un estereotipo porque lo viví en primera persona.
Pero bueno, esto lo podemos aplicar a todo. Ni todos los ingleses son súper educados, ni a todos los españoles les gustan los toros, ni los italianos solo comen pizza. Y aquí es donde creo que los docentes de lenguas extranjeras deberían tener cuidado. Para desmontar un estereotipo no hay nada mejor que vivir en una cultura y conocer realmente cómo es su gente o sus hábitos, como me pasó a mí con los ingleses. No podemos generalizar si tenemos una imagen incompleta de algo, ya que no todo es como nos lo cuentan. Obviamente algunos estereotipos se cumplirán, no digo que no, pero creo que no deberíamos fortalecer ciertos estereotipos ni trabajar con ellos como algo sin más.
Para terminar, quería mencionar la Ted Talk The danger of a single story de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie que vimos en clase y me hizo pensar bastante acerca de los estereotipos y de lo que suponen. Por ello, me he propuesto a mí misma como futura docente, que en mis clases voy a intentar no caer en estos estereotipos, ya que en algún punto tenemos que intentar acabar con ellos y qué mejor que empezar creando una consciencia intercultural objetiva en mis alumnos, enseñándoles a discernir entre lo que nos cuentan de determinadas culturas y lo que realmente es.
¡Nos leemos en el próximo post!
¡Hola, Belén!
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrada, he disfrutado mucho leyéndola.
Como bien indicas en el texto, nadie se salva de los estereotipos y, generalmente, son peligrosos si destacan aspectos negativos o no somos capaces de ver más allá de los prejuicios. Durante los años que viví en Barcelona, me vi envuelta en multitud de disputas absurdas en las que me tocaba desmontar tópicos sobre los andaluces y viceversa, sobre los catalanes cuando viajaba a mi casa, Jerez, (además, soy la peor embajadora de mi tierra porque solo sé contar “chistes de padre”). https://i.pinimg.com/originals/dd/08/43/dd0843fb721dbc742d86f57ff123c7e2.jpg
Pienso que lo ideal sería poder proporcionarle al alumno el máximo de referencias culturales posible o, al menos, enseñarle habilidades para que pudieran descubrir e interpretar ellos mismos las peculiaridades de la cultura meta. Al reducir nuestro relato a una única realidad, (como señala Chimamanda en la genial charla que mencionas), estamos limitando a nuestros alumnos y empobreciendo su aprendizaje.
¡Te copiaré ese propósito! 😉
¡Hola, María!
Eliminar¡Me alegro mucho de que te haya gustado mi entrada! Gracias por tu comentario y también por tu chiste jajaj
Coincido contigo en que lo mejor es enseñarles a los alumnos a que ellos mismos sean capaces de distinguir las peculiaridades de la cultura meta y qué mejor que llevando al aula referencias culturales auténticas y desmontando estereotipos.
Espero que todos tengamos el mismo propósito después de haber reflexionado conjuntamente en clase sobre este tema :)
¡Un abrazo y felices fiestas!