¡Hola!
En la entrada de hoy me gustaría hablar con vosotros sobre la evaluación en el aula de lenguas extranjeras y sobre algunas herramientas que podemos emplear para llevarla a cabo. Asimismo, también os dejaré alguna reflexión sobre el papel de la evaluación en la docencia.
Para empezar, creo que es importante definir qué es la evaluación. Pues bien, la evaluación es aquello que nos permite recoger datos de forma sistemática para ayudarnos a tomar decisiones dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto, la evaluación es un proceso constante en el aula y va siempre de la mano de la docencia.
Como estudiante, para mí (y muy probablemente para casi todos los que me estáis leyendo) la evaluación suponía enfrentarme a unos exámenes para obtener una nota y poco más. A veces, algún profesor usaba los famosos positivos (o negativos) para alterar ligeramente la nota media y así redondearla, pero tanto el trabajo en el aula como el trabajo en casa prácticamente nunca se incluían en la evaluación. Sin embargo, esta asignatura me abrió los ojos y me enseñó que evaluar no es solo poner una nota y que hay tres tipos principales de evaluación: la inicial, la sumativa y la formativa.
La evaluación inicial es aquella que empleamos como diagnóstico para conocer a nuestro alumnado y saber de dónde partimos con ellos, es decir, para saber cuáles son los conocimientos previos que poseen. Es muy importante llevar a cabo la evaluación inicial, ya que estos conocimientos previos nos servirán de base para la construcción de nuevo conocimiento. Además, en cuanto a lo que a nosotros concierne, las lenguas se escriben, pero fundamentalmente se hablan. Por ello, la evaluación inicial debería ser tanto escrita como oral.
La evaluación sumativa, como su nombre bien indica, supone la suma de todos los datos, observaciones e información recopilada a lo largo de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el objetivo de proporcionar una calificación final al alumnado. Es importante tener en cuenta que cuantos más medios de evaluación empleemos (exámenes, rúbricas, listas de control...), más validez y fiabilidad tendrá esta evaluación final.
Por último, la evaluación formativa es aquella que monitoriza el aprendizaje diario del alumnado y le proporciona feedback de forma continua, permitiendo así identificar aquellos aspectos que se necesitan mejorar tanto en el aprendizaje como en la enseñanza. En inglés, la evaluación formativa se conoce como assessment for learning, mientras que la sumativa se conoce como assessment of learning, y con el objetivo de que podáis contrastarlas a la perfección, os dejo a continuación un vídeo-resumen breve, pero muy preciso:
Por lo tanto, ahora que tenemos claros los diferentes tipos de evaluación, me gustaría centrarme en la evaluación formativa, ya que considero que es a la que menos acostumbrados estamos en España y a la que más importancia le tenemos que dar, ya que es aquella que nos va a permitir mejorar nuestra metodología docente a raíz del progreso de nuestro alumnado.
Ahora bien, ¿cómo podemos hacer para incorporar la evaluación formativa al aula? En primer lugar, tenemos que tener claro que la evaluación debe ser objetiva, consistente, debe tener unos objetivos claros y debe proporcionar feedback descriptivo. ¿A qué me refiero con feedback descriptivo? Estoy segura de que a muchos de nosotros nos han devuelto más de una vez algún writing con una calificación numérica acompañada de un breve párrafo con indicaciones de la profesora para mejorar algo o para decirnos que lo habíamos hecho muy bien. También estoy segura de que todos miramos la nota y lo demás nos dio un poco igual. Bueno, pues esto es todo lo contrario a lo que debe ser el feedback descriptivo, ya que las calificaciones solo nos sirven para compararnos entre nosotros, pero no para mejorar. Un buen feedback debe promover la reflexión y potenciar el progreso. Por lo tanto, le tiene que suponer más trabajo a los alumnos que al docente, haciéndolos, de esta forma, responsables de su propio aprendizaje.
Como aliadas en nuestra “lucha” para llevar la coevaluación al aula, os voy a recomendar las rúbricas, un instrumento en auge en la actualidad escolar. Una rúbrica nos puede servir para medir varios aspectos complejos, evaluar tanto procesos como productos y, lo más importante, son descriptivas, no calificativas, por lo tanto, no emiten juicios de valor sobre el aprendizaje. No obstante, resulta complicado diseñar correctamente una rúbrica. En clase tuvimos que crear una, que podéis encontrar en esta actividad de la que os hablé en mi anterior entrada, y entre que no le pudimos dedicar mucho tiempo y carecemos de la suficiente experiencia, no conseguimos un resultado demasiado satisfactorio a mi parecer.
Como conclusión, si tuviera que definir este tema con una sola palabra diría que fue revelador, ya que no estaba familiarizada con todas las posibles técnicas que se pueden llevar a cabo a la hora de evaluar y eso me abrió un mundo de posibilidades. Por no hablar de lo mucho que me hizo darme cuenta de la importancia de la evaluación frente a la calificación. Espero que os resulten útiles los enlaces que os fui dejando a lo largo de la entrada y que me dejéis en los comentarios vuestras opiniones y reflexiones acerca de este tema.
¡Nos leemos en el próximo post!
¡Hola María Belén! Antes de nada, ¡felicidades por tu entrada! Has descrito muy bien y con muchos detalles y aportaciones personales todos los contenidos relacionados con este tema, además de que ha sido muy amena de leer. Tal y como comentas en la conclusión, para mí también ha resultado en cierta medida revelador los diferentes tipos de evaluación existentes, sobre todo, aquellos relacionados con la evaluación formativa. Por lo que respecta al feedback descriptivo, creo que, si se proporciona correctamente, es una de las mejores herramientas para ayudar al alumnado a mejorar en su aprendizaje. En mi experiencia como docente de academias de idiomas, solía escribir un breve comentario sobre las redacciones junto con una nota numérica, pero, tal y como comentas, ni caso le hacían al comentario, ya que no lo aplicaban en las futuras redacciones. En definitiva, creo que en algún momento llevaré a cabo ese "experimento" de proporcionar solamente comentarios y un buen feedback descriptivo a mis estudiantes y así observar su progreso si lo hay.
ResponderEliminar¡Un saludo!
Estela.
¡Hola! :) Me ha gustado mucho pasarme por tu blog. Ahora que estoy comentando entradas en los blogs de mis compañeros, estoy viendo un gran talento.
ResponderEliminarSí que es revelador encontrar diferentes formas de evaluación. Quizás porque lo que nosotras conocimos antes a este nivel no se parece mucho con lo que estamos aprendiendo. Estoy feliz de que se busquen formas productivas y enriquecedoras de evaluar a los alumnos, porque a mí me gustaría aplicar eso en mis futuras clases. Además, ofreciendo feedback y ayudando al alumno a avanzar, también conseguimos poner ciertos objetivos en lo referente a su enseñanza y no simplemente dejarles estancados con una mala nota. Me pareció muy interesante también el concepto que tratamos en clase de dejar que el alumno corrija sus propias redacciones hasta tenerlas perfecta, porque mejorar es lo que debería importar y no una nota. Desde luego, es un tema muy complicado, pero creo que hemos aprendido mucho durante esta clase.
Un abrazo!
Hello Belén :)
ResponderEliminarCuanto me gusta leer tu blog, y como escribiste completamente claro sobre la evaluación, enhorabuena.
Yo pensaba sobre este concepto un poco más allá :)) la evaluación para mi era como una pesadilla y tenía miedo enfrentarme a crear la mía, hasta que por primera vez hice en la actividad de clase de esta asignatura, y como dijiste tú este tema nos ayudó a abrir nuestros ojos para ver la realidad de evaluación, o sea qué quiere decir evaluar en el proceso enseñanza de lenguas extranjeras (en nuestro caso).
Otra cosa, muchas gracias por compartir el video de Assessment for learning, muy buena elección para tu entrada, También fue muy útil leer el apartado de la coevaluación o lo que mencionaste evaluación entre PARES, este segundo nombre mola mucho y a su vez dice todo, ¿ah que sí?
Antes de terminar me gustaría contarte algo sobre el video que nos puso Cristina y te pareció utópico, sí Belén tenemos que cambiar el chip y el sistema educativo de España necesita este cambio, seguro que un día cuando vuelva a verte y serás una buena profesora y me vas a decir como funciona de maravilla la coevaluación en tu aula :)
¡Gracias por tu entrada y un besazo!